domingo, 24 de agosto de 2008

NOBLEZA PURA

DON ENRIQUE DIAZ

En mi vida he conocido muchos personajes de diferentes índoles, a quienes no mencionare en este momento ya que me referiré a un hombre especial, a quien conocí hace 18 años y me cautivo desde el primer momento… DON ENRIQUE DIAZ, lo conocí y no tenia el don de la vista sin embargo veía a lo lejos mas que cualquiera de nosotros… me case con una de sus nieta mas queridas (la primera) y desde el primer momento le tuve mucho respeto y admiración. Tuve la suerte de que El me tocara tres años seguidos en los intercambios de regalo, costumbre de la familia Díaz, cuando lo importante era dar sin importar que recibir… recuerdo que fue un gallo mi primer regalo y salio pataruco el desgraciado…el segundo un bastón y ya tenia media docena en su colección… el tercero no se lo di yo…me lo dio El, me dio su amistad, su fuerza, resignación, SU NOBLEZA.. Un hombre que sin poder ver, con toda esa limitante, jamás le oí maldecir, de mal humor, nunca le oí levantar la voz o por lo menos delante de la gente… Cuando podía me sentaba a conversar con Don Enrique, de base ball, de política, de cuando estuvo preso, de sus hijas y nietas, de mi hija a quien quiso con pasión desde el primer día que la conoció, sin siquiera llegar a ver su rostro que me imagino se lo imaginaba por la forma de describirla. Pasábamos ratos hablando del MTC, antiguo MOP de quien se sentía orgulloso de haber trabajado con todo y los desplantes que le hicieron.. pero recordaba y hablaba de cada compañero con un cariño impresionante. No conocí su pasado, pero estoy seguro que fue grandioso, y que nunca le hizo mal a nadie.
El 22 de Agosto, cuando Maria Daniela estuviese cumpliendo sus 15 añitos, DON ENRIQUE nos abandono terrenalmente, pasando a un sitio privilegiado desde donde podrá vernos a todos, vigilarnos, cuidando, protegiendo. Don Enrique dejo huella marcada entre sus familiares y amigos demostrando lo querido que era.. Para sus nietos era especial, todos tenían su espacio con el… a ninguno los hizo sentir menos que al otro, creo que con todos sus hijos fue exactamente igual.
Una vez mas me ocurrio, no se pueden desperdiciar los momentos, nosotros llegamos el miércoles a Maracay y por haber estado manejando mas de seis horas en carretera cuando Sandra me pidió que la acompañase a visitar a su abuelo le dije que estaba muy cansado y que yo quería descansar… Sandra fue a saludar a su abuelo, gracias a Dios; al día siguiente, jueves, me volvió a invitar Sandra a casa de “papaito” y como tenía otra invitación al casino le dije: el viernes nos reuniremos como siempre y celebraremos en “Vene” (su casa) allí lo saludo. Lamentablemente no lo vi, no pude despedirme y por siempre quedara ese sabor amargo que queda cuando uno pudo hacerlo diferente.

Lo siento Don Enrique… mi aprecio siempre para con Usted. Ahora podra diferenciar las bolas rojas y verdes aunque usted no lo necesita para acercarse al "mingo".

P.D.: Con Nobleza no se nace…. SE HACE…