NACER nadie lo pide, VIVIR la mayoría no sabe, MORIR nadie quiere… En un día muy especial partió DOÑA CARMEN, el día de los Santos, madre de mi suegra, abuela de mi esposa, mujer recia y aguantadora. De contextura delgada pero fuerte de carácter, amorosa en su momento, nunca sumisa… Con sus 93 lucidos años, comenzó lo inevitable, o como lo llaman ahora “el italiano” o “franco deterioro”… la edad no perdona y tarde o temprano pasa factura.
Como esta columna es para cosas agradables recordémosla como era en vida…